domingo, 5 de junio de 2011
A PROPÓSITO DE LO VIVIDO
quisiera por momentos tu nombre
otra vez en mi boca,
reordenar este cataclismo
pero, las tardes caen y mi voz es una mortaja
que pasea por una plaza.
me conocen los parques buscándote
entre cien parecidos
y al final, y sin cuentas
las manos vacios en el espejo que espera
me devuelven tu ausencia.
así, y no de otra manera
quizás, a veces sea otro o de pronto yo
el mismo que en una calle sin nombre
en la desesperación del amanecer
con el temblor y la niebla del alcohol
te encuentre en otros labios heridos
a las seis y media de la mañana
en medio de este invierno
lejos del país y, solo.
(El otoño eterno y otros apuntes del viaje-1996)
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